Empecemos por el final: sí, la inteligencia artificial va a quitar trabajos. El Foro Económico Mundial (FEM) estima que para 2025 sustituirá en todo el mundo 75 millones de puestos de trabajo.
Las tareas que los seres humanos somos capaces de realizar gracias a nuestra inteligencia, también es capaz de realizarlas la inteligencia artificial (IA) de forma muy similar, gracias a la programación de algoritmos.
Siri, Alexa, Chat GPT… son herramientas de IA con las que convivimos a diario y en las que no vemos amenazas, sino oportunidades para facilitarnos el día a día con las que resolver pequeñas cosas de manera rápida y eficaz. Este tipo de herramientas están programadas para realizar una sola tarea específica, lo que entra dentro de la llamada IA estrecha. Este tipo de inteligencia es una mínima parte de lo que está por venir con el desarrollo de la IA general.
La revolución de la inteligencia artificial: un déjàvu
Estas nuevas herramientas están desatando una revolución digital en todos los ámbitos de la sociedad, transformando la forma en la que nos relacionamos, trabajamos o
nos comunicamos.
Fruto de esta revolución nacen miedos, preocupaciones, dudas y muchas preguntas, pero lo cierto es que solo hay que remontarse a 1760 para darnos cuenta que esto ya lo hemos vivido con la primera revolución industrial.
Las máquinas para el trabajo agrícola, las de producción textil, el automóvil… Todas estas nuevas tecnologías generaron un porcentaje de desempleo, pero también transformaron trabajos y aumentaron la eficiencia de los procesos. La única diferencia de aquella época con esta nueva que está surgiendo es que, en su momento supuso el paso de una economía agraria y artesanal a otra marcada por industria y la mecanización, y ahora es dar un paso más allá en un paradigma ya robotizado.
La oportunidad de un nuevo paradigma
Hace años era impensable que existiera Internet o unas redes sociales en las que la gente pudiera estar conectada entre sí desde la otra punta del mundo. Al igual que era impensable que estos cambios pudieran crear nuevos empleos.
La oportunidad está en saber adaptarse a un nuevo paradigma en el que será fundamental tanto para las empresas como para los trabajadores invertir en desarrollar sus capacidades sobre los sistemas de inteligencia artificial.
Esta nueva sinergia humano-máquina creará para 2025 un total de 133 millones de puestos de trabajo, que se basarán principalmente en comprender y completar estos sistemas, como por ejemplo:
- Ingenieros de IA
- Investigadores
- Expertos en automatización robótica
- Expertos en procesamiento de lenguaje.
- Ingeniero de prompts.
La inteligencia artificial destruirá trabajos, transformará procesos y creará nuevas oportunidades. Será un desafío lleno de oportunidades para la sociedad, en el que será fundamental la capacidad de adaptación.