Cuando tenemos la suerte de contar con un buen empleado -o CEO- en la empresa, siempre esperamos que vaya a durar en la compañía toda la vida. Por eso mismo, muchas corporaciones no están preparadas para la salida de un trabajador.
Un plan de sucesión es una estrategia a largo plazo con la que la compañía debe responder a la salida de un empleado, generalmente de aquellos que tienen un puesto de responsabilidad y gran importancia. Este debe servir para gestionar el relevo en cualquier área laboral y debe incluir una guía con los pasos a seguir y un calendario aproximado que marque los plazos. ¿Nunca te lo habías planteado? ¡Te enseñamos a crear este documento!
Cómo identificar a un trabajador clave
En un plan de sucesión empresarial se deben incluir las estrategias que permitan a los profesionales de los Recursos Humanos tener identificados a los empleados clave –normalmente directivos– y que, por tanto, necesitan un sustituto a corto o medio plazo. No se debe limitar a aquellos trabajadores que están próximos a la jubilación, ya que hoy en día el mercado laboral es muy amplio e internacional, por lo que hay más ofertas y una mayor posibilidad de acceder a ellas.
En el listado de personas a considerar deben estar aquellas con aptitudes o habilidades específicas y especiales, que son imprescindibles para el día a día de la compañía y cuyo trabajo se considera esencial.
Primeros pasos para el plan de sucesión
Para encontrar al sustituto ideal hay que identificar las necesidades que tiene el puesto, los conocimientos que se requieren y las aptitudes y habilidades que debe tener el nuevo empleado. Es un buen momento para hacer un balance del trabajo realizado hasta el momento y qué mejoras se podrían implementar para aumentar la productividad y eficiencia.
Además, para elaborar este plan hay que tener en cuenta que un trabajador puede abandonar su puesto por diferentes motivos, por lo que hay que valorar su posible falta de colaboración o negación para facilitar la transición. Por eso, esta estrategia debe incluir una serie de pasos que concreten la formación necesaria que necesita el candidato o los datos que debe conocer antes de comenzar a trabajar.
Aspectos a tener en cuenta
Si queremos contar con un buen plan de sucesión empresarial, hay ciertos aspectos fundamentales a tener en consideración por el equipo que lo elabore:
- Se debe conocer bien el contexto operativo de la empresa y su mercado cambiante.
- Tener un entendimiento sólido de la estrategia del negocio y las capacitaciones que se necesitarán.
- Ser capaces de focalizarse en las necesidades competenciales y técnicas actuales y futuras de la organización.
- Ser conscientes de los posibles cambios sociales que puedan impactar tanto las habilidades futuras como el número de personas que poseen dichas habilidades.
Además, hay una serie de decisiones importantes a tomar. Por ejemplo, el equipo responsable debe determinar si hacer público o no este documento, quiénes van a conocer su existencia y contenido y cómo se va a transmitir.
Beneficios del plan de sucesión empresarial
El beneficio más obvio y necesario de un plan de sucesión es la preservación de la operatividad de la empresa. Al crear una estrategia así, no sólo se estudian los posibles movimientos futuros de los empleados de una corporación, si no que se examinan sus tareas y habilidades y se plantea una guía a seguir para mantener la estabilidad de una corporación.
A una menor escala, gracias a este tipo de documento se puede garantizar una continuación de los proyectos que están en marcha por los diferentes equipos, independientemente de la persona que los elabore.
Además, puede ahorrar estrés y nerviosismo. Una sucesión traumática puede generar ansiedad y descontrol entre los empleados. Por eso, la aplicación de un plan de sucesión que contemple diferentes escenarios aporta confianza y claridad en el futuro sobre los siguientes pasos a seguir.